Imagínate esta escena. Ahí estás tú, tan orgulloso, conduciendo tu nuevo híbrido eléctrico de Toyota, mientras sientes cómo fluye la conducción en silencio bajo tus manos y presumes de coche delante de amigos y familiares. Pero, de repente, alguien pregunta: “Oye, ¿y cómo es eso de los motores eléctricos? ¿Abrimos el capó y me cuentas más?”.
Vaya apuro… ¡Pero si todo ahí dentro parece como intentar buscar una aguja en un pajar! En ese momento, intentas recordar algo de lo que te contaron en el concesionario sobre flujos de energía y tracción eléctrica, pero todos han notado ya tu cara de póker.
Los componentes en los vehículos híbridos no distan tanto de lo que podemos encontrar en los vehículos tradicionales, pero incluyen aspectos que deberíamos conocer más allá de la varilla del aceite. Vamos paso a paso, ¿por qué no empezamos por lo que se mantiene igual?
Todo esto es lo que comparten un híbrido eléctrico y un coche tradicional
Al abrir el capó de tu híbrido eléctrico de Toyota vas a encontrar muchos elementos y cableados que pueden llevarte a confusión, pero vamos a ponerle nombre a cada cosa. Hay aspectos que se mantienen en común y que podrías conocer ya de los vehículos de combustión tradicional.
La varilla del aceite
Llama la atención por el color amarillo de su arandela. Se encuentra junto al motor y, con ella, podemos medir el nivel de aceite en el cárter. Siempre es recomendable comprobar el nivel con el motor frío y el vehículo estacionado en llano.
Tapón de llenado del aceite
Situado cerca del anterior, suele ser un tapón giratorio de plástico con la inscripción “Engine Oil”. A través de él, podemos rellenar el aceite en caso de que hayamos comprobado con la varilla que su nivel es bajo. Es muy importante mantener las recomendaciones del fabricante en cuanto al tipo de aceite.
Depósito del refrigerante
Suele estar localizado en la zona izquierda, aunque puede cambiar según el modelo. Observándolo podemos comprobar el nivel del líquido refrigerante o anticongelante y rellenarlo en caso de ser bajo. Suele llamar la atención por su color en tono fluorescente. Su tapón nunca debe de abrirse con el motor caliente, pues sus vapores pueden producirnos quemaduras.
Depósito del líquido de frenos
De menor tamaño y con un fluido amarillento en su interior, se sitúa sobre el cilindro hidráulico, casi siempre en la zona derecha, muy cercano al parabrisas. Su tapa de rosca contiene un icono de un octágono con un círculo en su interior.
Depósito de agua del limpiaparabrisas
Es el más identificable por su cuello largo, su tapón de color azul y el pictograma. Suele contener agua destilada o líquido específico de limpieza de cristales.
Caja de relés y fusibles
A la derecha, observaremos una tapa de plástico negro en cuyo interior encontramos los fusibles del arranque, del sistema de inyección y de otros elementos relacionados.
Caja del filtro de aire
De tamaño rectangular y que se abre fácilmente o con ayuda de un destornillador, permite acceder a los filtros deteriorados para sustituirlos.
Estos son quizá los componentes más comunes y de los que más pendientes debemos de estar a la hora de hacer un mantenimiento básico del coche. Pero no debemos olvidar que, entre todos ellos, podemos encontrar también otros elementos que parecen estar menos a la vista. Por ejemplo, las correas, los conductos del climatizador, el alternador, el colector de admisión, las piezas del sistema de inyección, el turbo y el grupo óptico.
Y estos son los componentes diferenciales de un híbrido eléctrico
Una vez identificada toda la “cacharrería”, toca entrar de verdad en materia híbrida. El sistema híbrido en automoción consta de diversos componentes presididos por sus dos motores: el térmico y el eléctrico.
Motor eléctrico y motor térmico: un equipo solidario
Más allá de su arquitectura en serie, paralelo o combinado, al abrir el capó vamos a encontrar un motor de combustión interna (normalmente de gasolina, aunque puede ser diésel, gas o biocombustible) ensamblado a un motor eléctrico, que a su vez está conectado a la transmisión y empuja a las ruedas. Aquí –y como diría un entrenador de fútbol– “el valor está en el equipo y no en las individualidades”, puesto que el objetivo de la tecnología Full Electric Hybrid busca una solidaridad entre ambas mecánicas: decidir en cada momento qué propulsión es la más adecuada según la exigencia de la conducción.
Es por ello que los híbridos eléctricos resultan tan eficientes: la energía que no se aprovecha en la combustión recarga las reservas de la batería que alimentan al motor eléctrico, por lo que no hay excedentes que se pierdan por el camino.
Batería de alta tensión y batería auxiliar
Ya que hemos mencionado el tema de la batería, hemos de decir que, seguramente al abrir el capó, eches de menos ese gran sistema de almacenamiento de energía del que tanto hablamos. De hecho, resulta que se localiza en la parte trasera del vehículo, por debajo de la carrocería. ¿Su labor? Recibir y almacenar la energía de ambos motores para entregarla cuando el sistema lo requiera. Suele ser de plomo ácido (pb), níquel-metal (NiMh) o ion litio, y tiene su propio sistema de refrigeración.
En cambio, bajo el capó sí que encontramos una batería auxiliar de 12 V, que es la misma que se encargaba de las labores previas en los coches tradicionales: control de luces, sistema de infoentretenimiento, equipo de sonido, funcionamiento de los elevalunas, botonería, etc.
El generador, ¿un segundo motor eléctrico?
Efectivamente, el generador es un pequeño motor eléctrico junto al motor térmico que se encarga de labores de menor calado. Entre ellas, se hallan la transferencia de la energía “sobrante” del motor térmico al almacén de la batería, trabajos de arranque y marcha atrás, así como la recuperación de la energía de frenadas y retenciones.
La centralita de energía
Para controlar todo este proceso de eficiencia energética, descubrimos un sistema de marchas o centralita que se ocupa de la gestión de estas prestaciones de forma automática para establecer el punto óptimo y de mejor rendimiento. Maneja el flujo de energía entre batería y motor, convirtiendo la corriente continua (recibida) en corriente alterna (entregada). Es conocida como la Unidad de Control de Energía y suele ser una caja negra de forma rectangular situada justo encima del transeje (PSD).
Puede que ahora ya casi te hayas convertido en un verdadero experto en conducción híbrida o, al menos, hayas podido aclarar un poco el popurrí de ideas que tenías sobre estos modelos. No en vano, ¿de qué sirve sentarse a los mandos de la gama híbrida eléctrica de Toyota si no es para presumir un poco delante de los amigos?
Imágenes | Sala de Prensa de Toyota
Fuente: https://www.motorpasion.com/