Dublín llevará a cabo un proyecto de piloto con un autobús eléctrico de hidrógeno, un Caetano ‘H2.CityGold’ que monta una pila de combustible fabricada por Toyota y tiene hasta 400 km de autonomía.
Aunque para algunos el hidrógeno es una alternativa poco idónea para los vehículos eléctricos, lo cierto es que esta tecnología parece exprimir sus ventajas cuando se trata de transporte pesado -ya sea de personas o mercancías-. Para descubrir hasta dónde llegan estas y también sus inconvenientes, la ciudad de Dublín va a comenzar a probar un autobús eléctrico de hidrógeno en uso real en distintas rutas a lo largo de varias semanas.
En el marco del Plan Nacional de Desarrollo del Gobierno, Irlanda se comprometió a dejar de comprar autobuses urbanos que utilizasen exclusivamente diésel y a comenzar una transición hacia alternativas de menores emisiones. No obstante, en este caso se trata de un proyecto piloto cofinanciado por la Unión Europea y en el que también está involucrada la Universidad de Dublín.
El autobús en cuestión es un Caetano ‘H2.CityGold’ eléctrico de pre-producción que se alimenta con hidrógeno verde, es decir, con un proceso sostenible medioambientalmente. Se trata de la versión de 10,7 metros y tiene capacidad para hasta 64 pasajeros. Equipa un motor síncrono de imanes permanentes con 245 CV de potencia, fabricado por Siemens, y una pila de combustible de 60 kW fabricada por Toyota. Su sistema de almacenamiento puede alojar 37,5 kg de hidrógeno a 350 bar de presión, capacidad suficiente para ofrecer una autonomía de hasta 400 kilómetros.
Durante las próximas semanas, el autobús será operado en diferentes rutas por las empresas de autobuses del Grupo CIÉ, Bus Éireann y Dublin Bus, así como por la Universidad de Dublín (DCU) y el Aeropuerto de Dublín, aunque con un número limitado de pasajeros debido a las actuales restricciones por el coronavirus. Las pruebas tienen como objetivo aportar una visión real del funcionamiento de esta tecnología y su impacto medioambiental, del reabastecimiento del hidrógeno, realizar comparaciones con autobuses que tienen otros tipos de propulsión, ya sean diésel o eléctricos de baterías, y conseguir retroalimentación de los pasajeros que lo prueben.
Entre las ventajas de un autobús eléctrico con pila de combustible se cuentan un repostaje rápido, similar a un bus convencional, una autonomía bastante decente y, por supuesto, su reducción de emisiones contaminantes -las emisiones del tubo de escape son vapor de agua resultado de la reacción química en la pila de combustible-. Por contra, es una tecnología bastante cara todavía y con una infraestructura de producción, logística y abastecimiento muy poco desarrollada.
El Caetano ‘H2.CityGold’ será el primer autobús de hidrógeno en las carreteras irlandesas y uno de los pocos en toda Europa. Aunque de momento es un proyecto piloto en búsqueda de probar y mejorar esta tecnología, es sin duda un paso más hacia la descarbonización del transporte público, que puede reflejarse también en el transporte de mercancías o el reparto de paquetería en zonas urbanas. De hecho, la investigación y la experiencia de este ensayo es un preludio importante para un despliegue mayor a principios de 2021 entre Bus Eireann y la Autoridad Nacional de Transporte irlandesa.
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Fuente: https://www.hibridosyelectricos.com