Conocer tu operación, manejar información exacta de lo que sucede en cada proceso, poder determinar cuáles son los dolores que tiene cada etapa logística y trazar la cadena son algunas de las medidas que se logran gracias a la visibilidad que se tenga de los procesos que son parte de la cadena d suministro; acción que forma parte esencial de lo que denominamos Logística 4.0, debido a su estrecha relación con la digitalización y tecnologización de la Supply Chain.
Hoy, más que nunca, esta mirada –otrora futurista- de la logística ha cobrado fuerza y se ha transformado en un factor diferenciador actual entre las empresas. El futuro se hizo presente y hoy se debe enfrentar el desafío de visibilizar la cadena y mirar los distintos eslabones del proceso como un todo, estrechamente relacionados entre sí, donde cada uno se construye sobre los demás, a modo de red integrada.
Esta nueva y amplia mirada a la operación abre una clara oportunidad de mejorar, optimizar y eficientizar, finalmente, la cadena en su totalidad. Lo que no se ve, no se puede controlar. Esta frase, usada con frecuencia en la logística es clave para diseñar una operación donde la exactitud y la calidad de servicio son el eje central.
El engranaje perfecto de una cadena logística es posible mantenerlo, mirándolo como un todo. Un error en una de las etapas de la operación afectará indudablemente el resultado final: la experiencia del cliente.
Poner en práctica, la idea de diseñar un proceso logístico con un flujo sin barreras es vital para que la logística responda a los desafíos comerciales de los mercados y aquí la digitalización, los softwares, las tecnologías, las herramientas, los equipamientos y las aplicaciones son indispensables para compartir información entre los diferentes componentes de la cadena, ganando en precisión y alcance para lograr una visión de extremo a extremo.
VER PARA MEJORAR
Hoy frente a los retos que ha planteado la crisis sanitaria a nivel logístico, donde las demandas de los mercados han cambiado, los procesos de abastecimiento son mirados con atención y se han debido generar reajustes en las operaciones, contar con una mirada integrada hacia el futuro de la logística es fundamental para enfrentar estos retos.
Cada proceso ha sufrido ajustes y cambios durante estos meses que han tensado fuertemente las cadenas logísticas mundiales. Por ejemplo, en los centros de distribución la optimización de espacios ha sido una de las principales problemáticas, dado los cambios que han experimentado las empresas a nivel comercial por las medidas sanitarias aplicadas por las autoridades. Muchas de las compañías se han visto forzadas también a cambiar para responder a los objetivos comerciales y al manejo de stock. Por otro lado, el boom del comercio electrónico a retado fuertemente a las etapas de picking y packing; y por supuesto al despacho.
En una primera instancia los ojos de la “visibilidad” estaban solo en el CD, sin embargo, hoy -dado el rol que ha asumido el consumidor como eje central de la operación- la mirada se ha extendido hasta las manos del cliente, y aquí la tecnología se ha transformado en un aliado indiscutible para la mejora de su experiencia de compra.
Sin embargo, no siempre es necesario grandes inversiones tecnológicas ni reajustar ERP, WMS o TMS; sino basta con tener implementado un software capaz de entregar una extensa mirada de la cadena. Muchos piensan que implementar la visibilidad en la cadena de suministro puede ser costoso y lento, además de obligarles a modificar sus sistemas y procesos existentes. Pero no tiene por qué ser así.
No obstante, los costos contrastan con las ventajas de la visibilidad en la cadena de suministro, tales como mayor porcentaje de entregas correctas, menos variación en los plazos de entrega, aumento de las ventas debido a la reducción de los problemas de inventario, fácil reubicación o reasignación de los productos, uso eficiente de los recursos y servicios logísticos, mejora del rendimiento y alertas proactivas que facilita la respuesta inmediata, entre otras. En palabras simples y certeras, gracias a la visibilidad y al control total se puede mejorar el servicio, evitando situaciones que puedan afectar negativamente a las empresas.
Así, sin una visibilidad logística la proyección del negocio estaría estancada. Las decisiones por tomar no estarían bien informadas, las acciones presentarían desviaciones con la estrategia y los objetivos, lejos de alcanzarse, irían alejándose progresivamente.
Fuente: https://www.revistalogistec.com/