La Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) ha celebrado reunión de su Junta Directiva el pasado 9 de octubre, donde ha aprobado una serie de propuestas, que en línea con el ‘Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la economía española’ presentado por el Gobierno, harían factible el cumplimiento de los objetivos que fija el Plan Nacional de Energía y Clima, tanto de reducción de emisiones de CO2 como de introducción de los vehículos eléctricos en el parque automovilístico español. Lo leemos en auto-revista.com.
La asociación está convencida, en palabras de su presidente José Vicente de los Mozos, de que “la reactivación y transformación del sector de la automoción tiene que ser un tractor e impulsor dentro de las medidas a adoptar en el Plan de Recuperación recientemente presentado, así como en los planes europeos. Lo es por su peso específico en la economía, en el empleo, por su efecto tractor en otros sectores industriales y de servicios y por su alto contenido tecnológico, de innovación y de talento”.
Desde ANFAC transmiten que estas iniciativas van en la línea marcada en la estrategia del sector del ‘Plan Automoción 2020-40’ y su objetivo se centra en aportar propuestas concretas para “acelerar la recuperación y la transformación de la industria cumpliendo con los compromisos de descarbonización
del parque y de introducción progresiva de vehículos eléctricos, que es el objetivo de todas las marcas”, explicó José Vicente de los Mozos.
Por un lado, la asociación está definiendo ya varios proyectos tractores en línea con lo que ya plantea el Plan estratégico que mejoren la competitividad de la industria en España orientados hacia la descarbonización y la digitalización. “Tenemos ventajas competitivas en nuestras fábricas, pero pueden no ser suficientes para la transformación que necesita la industria. Es necesario proteger este peso industrial y su competitividad”, aseguró el presidente.
Además, en relación con la descarbonización del parque, la asociación entiende que la consecución de estos objetivos apuntados en el plan de Recuperación y en el PNIEC ha de abordarse desde una doble vía: desde el fomento de la entrada en el mercado de vehículos electrificados y desde la renovación del parque. Ambos contribuyen de modo eficaz a la descarbonización.
Este crecimiento del mercado, remarcan fuentes de ANFAC, solo será posible si va acompañado de un esfuerzo definitivo en la instalación de puntos de recarga. En concreto, que se alcancen los 48.000 puntos de recarga de acceso público para el 31 de diciembre de 2022, donde, al menos, exista uno por cada 100 kilómetros de carretera de la Red Básica de Carreteras y Red General de Carreteras del Estado. Para el 31 de diciembre de 2025, deberían haberse instalado 110.000 puntos de recarga de acceso público, para así alcanzar los necesarios 340.000 puntos para 2030. Dentro de estos objetivos a su vez se deberá priorizar la instalación de los puntos de recarga rápida y ultrarrápida.
ANFAC propone un MOVES III con 450 millones anuales de dotación de los que 250 millones se destinen a vehículos eléctricos y 200 millones a infraestructuras. Es asimismo necesario la implementación de una herramienta destinada a empujar la renovación del parque. La asociación apela a una reforma integral de la fiscalidad de la automoción como elemento necesario para empujar esta transformación.
El presidente, en nombre de la Junta Directiva de ANFAC, ha mostrado su preocupación por la “indefinición administrativa al respecto de la actualización de los tramos del Impuesto de Matriculación a la normativa de medición de emisiones WLTP”, actualización que entraría en vigor el próximo 1 de enero de 2021. Esta normativa técnica supera a su antecesora NEDC en el sentido de proporcionar una base más precisa para calcular el consumo real de combustible de un vehículo y sus emisiones de CO2. Por lo tanto, y pese a ser una norma de homologación técnica, los datos obtenidos con el ensayo WLTP impactarían directamente en el Impuesto de Matriculación, que se calcula en función de estas emisiones.
El Impuesto, si no hay cambios, subiría el 1 de enero de manera automática e incrementaría de facto los precios de los vehículos vendidos a partir de esa fecha que cambien de tramo impositivo por esta modificación técnica del cálculo de las emisiones. Este ascenso en los precios afectaría a cerca del 50% del mercado total, con un impacto especial en los vehículos fabricados en España.
Las marcas automovilísticas agrupadas en ANFAC entienden que “este ascenso de facto tendría un impacto muy negativo en un mercado que no consigue remontar el impacto del coronavirus”, explicó De Los Mozos y que la cuestión del WLTP “ha de resolverse con una reforma fiscal integral con criterios medioambientales para la automoción, tal y como se lo hemos propuesto y presentado al Gobierno en nuestro plan Automoción 2020-40”, recalcó el presidente.
Fuente: http://www.asepa.es/
Antonio Mozas
Director de ASEPA (Asociación Española de Profesionales de Automoción)