No importa cómo de grande sea tu país; siempre va a haber más posibles clientes fuera de él. Por eso las empresas miran constantemente fuera de sus fronteras, para poder seguir creciendo y llegando a más público. Pero hacer envíos internacionales no siempre es sencillo. Ya seas una compañía con toda una cadena de suministro o un particular que necesita hacer un envío puntual, hay una serie de consejos que te harán la vida más fácil.
Trucos para mejorar tus envíos internacionales
La sensación más frecuente a la hora de enfrentarse a los envíos internacionales es la de encontrarse perdido. Precios, legislaciones, impuestos… Muchos frentes abiertos y sin saber por dónde empezar.
1. Planifica
Una empresa puede haber dado con un filón de oro para su sector o tal vez un ecommerce esté emocionado por recibir solicitudes de compra desde regiones para las que nunca había vendido. En estos casos, aunque el entusiasmo esté justificado, es necesario no precipitarse a la hora de actuar.
Un paso en falso puede ser muy costoso, ya que puede poner en entredicho la reputación de nuestra compañía. Si decidimos dar el salto al exterior, hemos de estudiar previamente en qué condiciones vamos a hacerlo y si realmente va a ser beneficioso para nosotros.
2. No lo hagas todo de golpe
Cuanto más lejos enviamos, más dinero nos cuesta hacerlo. Por eso, una de las batallas habituales es decidirnos a hacerlo a través de medios más lentos, como el barco -para ahorrar costes-, o por avión, para que sea lo más rápido posible.
Un pequeño truco en el que a veces no se cae es enviar una pequeña parte del total por avión y el resto por mar. Así, nuestro destinatario puede comenzar a funcionar con ese primer lote de material a la espera de la llegada del resto.
3. Consulta la letra pequeña
En el mundo hay tantas legislaciones como países, y hacer envíos internacionales puede obligarte a hacer un curso acelerado en la materia. Cualquiera puede suponer que cosas como las armas, los animales y los alimentos van a estar más regulados que el resto. Sin embargo, harás mal si te confías y no estudias en detalle la legislación que afecta a tu mercancía.
Por ejemplo, en Vietnam está prohibido importar calendarios si lo hacemos con intención de ser comercializados. Asegúrate de no descubrir a través de un disgusto las peculiaridades legislativas de tus países de destino.
4. Que puedas hacerlo no significa que debas hacerlo
En sí mismo, lograr mandar algo a casi cualquier lugar del mundo es relativamente sencillo a día de hoy. Pero no todas las cosas son susceptibles de ser enviadas. O, al menos, no es tan rentable hacerlo. Algo fácil de empaquetar, pequeño y ligero (por ejemplo, artículos tecnológicos) es mucho más cómodo de gestionar que objetos más pesados y voluminosos, y de ahí el éxito del ecommerce y la tipología de muchos de sus productos. Pero, dependiendo del caso, el coste del transporte puede ser tan elevado que difícilmente se pueda justificar el envío. Es importante tenerlo presente y no dejarnos llevar por la emoción de haber recibido un gran pedido en algún lugar del mundo nuevo para nuestra compañía.
5. Internacionalizarse no significa hacerlo a cualquier país
Dar el salto al exterior no equivale a tener que hacerlo a todo el mundo. Y es que nos estaremos haciendo un flaco favor si sucumbimos a la tentación de sumar cuantos más países posibles a nuestros destinos sin estar realmente preparados.
Esto se hace aún más importante si es la primera vez que vas a realizar envíos internacionales. No intentes abarcar más de lo que puedas; a largo plazo, agradecerás haber ido a un menor ritmo pero haciéndole sobre seguro.
Investiga cuáles son los países óptimos para comenzar, atendiendo a la facilidad legal, la demanda sobre tu sector, el conocimiento de tu marca, etc.
6. Especifica quién va a pagar cada cosa
En los envíos internacionales el pago de impuestos es una fuente habitual de disputas. Asegúrate de aclarar quién va a ser el responsable de impuestos, aranceles y otros pagos que puedan surgir durante el envío de la mercancía. Lo más habitual es que sea el propio cliente, pero informarle previamente de estas cuestiones no solo te evitará problemas, sino que mejorará la imagen que tu comprador tenga de ti.
Enviar más lejos no es una excusa para que tu mercancía no llegue en perfecto estado
7. Evita retrasos, haz tus deberes
El transporte internacional puede ser lento, especialmente si usamos el barco. Por eso, tienes el doble de razones para poner de tu parte para que tus envíos internacionales no sufran retrasos innecesarios. Y asuntos tan básicos como una documentación incorrecta o la falta de datos completos sobre el destinatario pueden suponer demoras que suelen extenderse. Al haber, por norma general, más personas entre medias a la hora de gestionar las incidencias, un simple error en la dirección de entrega o la falta de una persona de contacto puede suponer un mayor retraso que en los envíos domésticos.
8. Prepara tu mercancía para el viaje
En los envíos internacionales la mercancía sufre más. Más kilómetros de carretera, de mar o de aire. Más transbordos, cargas y descargas. Pero eso no es excusa para que tu cliente no reciba la mercancía en perfecto estado. Un buen packaging y la preparación minuciosa de la mercancía (ya sea en pallets, contenedores, etc.) será el mejor inicio para que la historia tenga un final feliz.
9. Ve sobre seguro
Si, como hemos dicho, la mercancía sufre más en los envíos internacionales, también es más posible que sufra roturas. Dedícale el tiempo necesario a estudiar y analizar los diferentes seguros a tu disposición: los que tú necesitas y/o los que quieres poner a disposición de tus propios clientes. Al igual que la legislación, las coberturas puedes variar de unos países a otros y es un aspecto que debes tener controlado.
10. Déjate ayudar
A la hora de prepararte, investiga todos los recursos a tu disposición. No solo puedes recoger información jurídica, técnica y legal sino que puedes acudir a organismos oficiales como el ICEX que, además de asesoría, pueden ofrecerte financiación para internacionalizarte.
Miles de empresas envían su mercancía a lo ancho y largo del mundo. Por tanto, no hay motivo para que la tuya, si te preparas adecuadamente, no pueda ser una de ellas.
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Fuente: https://www.transgesa.com
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