La suspensión es el conjunto de mecanismos (elementos elásticos, amortiguadores, brazos de suspensión, tirantes etc.) que se interponen entre la masa suspendida (chasis, carrocería) y la masa no suspendida (ruedas, ejes, brazos), con la misión de soportar las cargas del vehículo, proporcionar estabilidad y confort.

Un sistema de suspensión idóneo es aquel que en su funcionamiento normal produce una o dos oscilaciones por segundo, haciendo que sea confortable, ya que la experiencia y los estudios demuestran que ese el margen óptimo para la comodidad de una persona, ya que si fuera superior excitaría el sistema nervioso y si fuera inferior favorecería el mareo.

La finalidad de la suspensión es, por un lado, proporcionar la estabilidad y seguridad de la marcha, de forma que las ruedas se adapten continuamente a la carretera y, por otro, proporcionar comodidad ocupantes durante el desplazamiento, “amortiguando” las oscilaciones provocadas por las irregularidades de la carretera.

Cualquier vehículo está sometido a una serie de movimientos oscilantes, como son el balanceo, cabeceo, rebote, etc. Para el estudio de la suspensión es fundamental conocer principalmente el cabeceo y el balanceo.

• El balanceo es la oscilación de la masa suspendida del vehículo, de un lado a otro, alrededor de un eje longitudinal.
• El cabeceo es la oscilación de la masa suspendida alrededor de un eje transversal.

Otro movimiento que interviene en el vehículo, pero no directamente, es el serpenteo o revirado (derrape) siendo éste el movimiento del vehículo alrededor de un eje vertical, el cual pasa por el centro de gravedad. Por último, tenemos el rebote que es el movimiento vertical de las masas.

Un punto muy importante a tener en cuenta es el centro de gravedad, siendo este el punto donde se concentran todas las masas. Su posición es muy importante, pues de él dependen casi todas las características principales que influyen en el comportamiento del vehículo.

La evolución de la suspensión nos lleva a los actuales sistemas que incorporan las marcas de vehículos y que unidos a otros sistemas inteligentes de seguridad y confortabilidad, conforman una serie de sistemas englobados en las siglas ADAS (Sistema Avanzado de Asistencia a la Conducción), cuya misión es mejorar la seguridad del conductor durante la conducción, reduciendo notablemente las posibilidades de tener un accidente.

¿Qué es la Auspensión Activa Predictiva?

La Suspensión Activa Predictiva es anunciada por Audi y montada en su modelo Audi A8. Como su nombre indica, es una suspensión que predice en todo momento los baches e irregularidades del terreno que nos podemos encontrar en la calzada o en carretera y que adapta cada amortiguador independientemente de cada una de las ruedas.

Este sistema tiene la particularidad de poder jugar con la altura de la carrocería (hasta 8,5 cm desde posición central) y en cada uno de los cuatro extremos de la carrocería. Hay que destacar que este modelo incorpora suspensión neumática y un sistema denominado Audi Drive Select para seleccionar los modos de conducción y cuatro motores eléctricos ubicados en cada una de las ruedas e independiente unos de otros, los cuales permiten una gran variedad de regulación en la suspensión.

Si seleccionamos el modo Dynamic se van a reducir las inclinaciones comportándose de una forma deportiva, reduciéndose al mínimo el cabeceo. Si tomamos una curva con una aceleración de 1G, el ángulo de balanceo se reduce de los 5 grados del modo normal, a tan solo 2 grados de inclinación.

En el modo Comfort plus, este tipo de suspensión garantiza que el desplazamiento del vehículo se realice de una forma suave, debido que la suspensión se coordina con una cámara de video frontal ubicada detrás del espejo retrovisor interior, la cual va identificando las irregularidades del terreno.

Dicha cámara informa a la unidad de suspensión del estado del pavimento, prediciendo en cada momento qué se van a encontrar las ruedas del vehículo durante su circulación, y actuando dicha unidad de control sobre cada uno de los motores o actuadores de las ruedas, modificando en cada momento el sistema de suspensión y adaptándolo electrónicamente a las condiciones de la calzada o vía de circulación.

Este funcionamiento tan avanzado en el sistema de suspensión tiene como consecuencia que se reduzcan los movimientos de la carrocería, compensando las ondulaciones o irregularidades del terreno. El proceso se realiza en milisegundos. La cámara es capaz de generar información sobre la condiciones de la superficie de la carretera 18 veces por segundo y la plataforma electrónica del chasis gestiona todos esos datos y regula la suspensión.

Esta Suspensión Activa Predictiva tiene también la particularidad de reducir la inercia que se produce en aceleraciones y deceleraciones, provocando que haya una sobrecompensación y que los ocupantes del vehículo en vez de desplazarse hacia los cinturones de seguridad, sean empujados ligeramente hacia sus asientos.

Cuando el vehículo está parado o estacionado, simplemente el actuar sobre la maneta de una puerta, el sistema eleva la carrocería 5 centímetros, para que la entrada o salida del habitáculo sea más sencilla.

Si se produce un impacto lateral a una velocidad superior a 25 km/h, el sistema de suspensión del Audi A8 eleva la carrocería 8 centímetros, en el lado del impacto, para que el vehículo absorba mejor la energía del impacto y las cargas en zonas torácicas y abdominales de los ocupantes, se reduzcan considerablemente.

En definitiva, la evolución de los sistemas de suspensión en las ultimas décadas, ha provocado que la conducción sea mucho más segura y por supuesto más ergonómica para los ocupantes y que viajar en un vehículo con esta tecnología sea a día de hoy un verdadero placer para la conducción.