Si vives en una zona en la que normalmente las heladas matutinas sean una rutina, te interesará saber sobre estas tres tecnologías existentes dentro del mundo del automóvil para prescindir del uso de la rasqueta de plástico.

Aunque las temperaturas últimamente sean algo más primaverales de lo esperado, lo cierto es que seguimos en invierno, lo cual no quita que de un momento a otro las temperaturas se desplomen hasta posiciones más típicas de esta época. Para las frías y heladas mañanas, vamos a hacer un breve repaso a algunas tecnologías con las que podremos evitar el uso de la clásica rasqueta de plástico.

Existen diversas opciones tecnológicas con las que poder prescindir de dicho artilugio. La última en llegar y la más reciente ha sido el denominado VisioBlade, presentada recientemente junto al nuevo Lincoln Aviator. Este sistema se trata de unas escobillas limpiaparabrisas calefactables, las cuales además también integran eyectores de líquido. Estas pueden calentarse hasta unos 30 grados centígrados, con lo que es capaz de hacer desaparecer el hielo de nuestro cristal en apenas 4 minutos.

La segunda de ellas es el denominado ” Quick Clear“, patente propiedad de Ford. Este lleva el funcionamiento de la clásica luneta térmica trasera hasta el parabrisas delantero. Unos pequeños filamentos incrustados en el cristal, se calientan en cuestión de segundos, eliminando por completo el hielo situado en el mismo. Existe la posibilidad de activarlo a través de una aplicación para el móvil.

Por último, encontramos la denominada climatización estacionaria, la cual se encuentra en muchos catálogos de opcionales de algunas marcas. Su funcionamiento es bastante sencillo, pues el sistema lo podremos programar para que inicie su funcionamiento a una cierta hora o activarlo nosotros mismos a través de una aplicación instalada en nuestro smartphone. De esta manera, cuando precisemos del uso de nuestro automóvil estará perfectamente listo para nuestra marcha.

Desde Carglass recomiendan, en caso de no poseer ninguna de estar tres tecnologías, el uso de la clásica rasqueta de plástico o rociar el parabrisas con alcohol. Bajo ningún concepto se recomendará rociar el cristal con agua caliente, pues el cambio tan brusco de temperatura podrá disminuir considerablemente la resistencia y durabilidad de nuestro parabrisas.