En lo que va de siglo XXI las luces de los automóviles han evolucionado más que en los 100 años anteriores. Y las luces de freno adaptativas son un buen ejemplo.

El sistema de alumbrado de un vehículo permite realizar una conducción segura y aportar la iluminación necesaria para poder ver y a la vez ser vistos por el resto de conductores.

El alumbrado de un vehículo, es uno de los componentes que forman parte de la seguridad activa de éste, dotándolo de la iluminación suficiente para poder realizar una conducción segura de noche y en situaciones de poca visibilidad. También el alumbrado nos permite señalizar las maniobras que realicemos durante la conducción, como pueden ser adelantamientos, giros, etc.

Todas y cada una de las luces que emite nuestro vehículo, están reguladas por normativa internacional, la cual establece que los colores de los faros traseros tienen que ser rojos, las luces de intermitencias de color ámbar y los faros delanteros deben emitir luz blanca o amarilla.

La señalización de freno o luces de frenada son obligatorias en todos los vehículos. Desde el año 1986 se incorpora obligatoriamente la tercera luz de freno en Estados Unidos y en Europa entró en vigor en el año 1998. También la normativa establece que las luces de freno deben ir puestas en parejas y de forma simétrica.

Las luces de freno nacen por la necesidad de avisar a los demás conductores de vehículos, cuándo se está efectuando una parada o una frenada improvista, contribuyendo con ello a que la conducción se realice de forma segura.

La luz de freno activa o dinámica, se monta en vehículos modernos, considerándose una función adicional de seguridad. Este sistema pretende que los vehículos que llevamos detrás, nos vean mejor ante una situación de frenada o de parada, reduciendo los accidentes por alcance de otros vehículos.

¿Cómo funciona la luz de freno adaptativa?

Cuando vamos circulando con nuestro vehículo, si realizamos una frenada normal en condiciones normales de tráfico, al pisar el pedal de freno, las luces se van a encender como habitualmente lo hacen.

Al aumentar la velocidad del vehículo y realizar una frenada fuerte, el sistema a través de la centralita correspondiente, hace que la luz de freno dinámica se encienda, avisando a los conductores que van detrás de nosotros en otros vehículos, del peligro. Cada marca activa el sistema de una forma diferente, en función del modelo del modelo del que se trate.

Hay vehículos que cuando se realiza una frenada de emergencia, encienden parpadeando la luz de freno, otros aumentan iluminación de la luz de freno y en otros modelos se encienden las cuatro intermitencias y se desactivan una vez que se reanuda la marcha o el conductor las desactiva manualmente con la tecla correspondiente.

Para detectar la frenada de emergencia, la unidad de control va a controlar varios parámetros que se darán en la frenada como, velocidad del pedal de freno, presión que ejerce el conductor sobre éste, velocidad a la que circula el vehículo, cuándo se detiene el vehículo e información que regula el sistema de ABS/ESP.

Todos los fabricantes de vehículos trabajan continuamente en la seguridad del conductor y ocupantes, sacando al mercado sistemas que reducen considerablemente las colisiones por alcance o golpes, reduciendo la siniestralidad en las carreteras.