Estamos acostumbrados a hablar de cilindrada, potencia y consumos en coches de combustión. Pero, ¿qué datos hay que tener en cuenta antes de comprar un coche eléctrico? Estas son las 5 claves para hacernos una primera idea general con solo un vistazo.
Cada vez se venden más coches eléctricos, pero todavía son pocos proporcionalmente, su cuota de mercado aún es minoritaria. A día de hoy mucha gente sabe que se venden coches eléctricos, que existen como una alternativa producida en serie, pero una gran cantidad de personas todavía no está completamente familiarizados con ellos. Si ya has pensado que tu próximo coche será eléctrico, pero todavía no tienes claro qué es lo más importante a tener en cuenta, has de saber que no todo se trata de autonomía.
Estamos de sobra acostumbrados y familiarizados con las especificaciones técnicas básicas de los coches de combustión: cilindrada, potencia, consumo, etc. De la primera solemos hablar en litros o en centímetros cúbicos, de la segunda en caballos (de vapor) y el consumo lo medimos en litros de combustible cada 100 kilómetros. Pero, ¿y los eléctricos? ¿Cómo podemos conocer un coche eléctrico con unos pocos datos?
A continuación nos vamos a ocupar de analizar 5 parámetros a tener en cuenta antes de comprar un coche eléctrico, de manera análoga a los que solemos utilizar en coches de combustión mencionados antes, y que nos darán una primera idea general de sus capacidades.
No entraremos a valorar otros aspectos muy importantes a considerar como el precio de compra, el diseño, posibles modificaciones en la instalación eléctrica doméstica de cada propietario o la calificación en las pruebas de seguridad Euro NCAP. El orden elegido no sigue una jerarquía de prioridades, pues dependerá también de cada cliente, a excepción del primer punto: la batería.
Capacidad de la batería
Y es que la batería es el componente principal de un coche eléctrico BEV (la B de su nombre ya lo indica), su elemento central, el más pesado, el más caro y -probablemente- el más decisivo en cuanto a prestaciones. Probablemente poca gente sabe cuánta gasolina o gasóil cabe exactamente en el depósito de su coche de combustión, pero es importante conocer la capacidad de la batería de un coche eléctrico.
Batería del Audi e-tron Sportback 55 quattro. Consta de 36 módulos con 12 celdas cada uno, y 95 kWh de capacidad total.
La capacidad de la batería se mide en kilovatios-hora, abreviado como kWh, que es la unidad de medida energética equivalente a 1 kilovatio (1 kW) de potencia sostenida durante 1 hora. Cuantos mayor sea el número de kWh, mayor será la batería y más cantidad de energía podrá almacenar. Actualmente, esta capacidad oscila entre los 35 kWh en coches pequeños (un Honda e, por ejemplo) y los 95-100 kWh de los modelos más grandes como el Audi e-tron o el Tesla Model S.
Consumo
Hemos dicho que la capacidad de las baterías se mide en kilovatios-hora, así que para conocer el consumo del coche se utiliza esta medida. Más concretamente, los kWh/100 km, que es la cantidad de kilovatios-hora consumidos cada 100 kilómetros. En vez de usar los “litros cada cien km”, el consumo de un coche eléctrico se mide en kWh/100 km. Fácil, ¿verdad?
Aunque normalmente ponemos el foco en la autonomía, conocer el consumo del coche nos permitirá tener una idea más precisa sobre la eficiencia del vehículo. También para tener una estimación del coste por km recorrido, ya que cuanto menor sea el consumo, menos dinero gastaremos para recorrer una misma distancia.
El Tesla Model 3 es uno de los coches eléctricos más eficientes del mercado.
¿Pero cómo saber si un coche eléctrico consume mucho? ¿Cuál es una cifra baja? Pongamos como primer ejemplo al Tesla Model 3, uno de los modelos más eficientes del mercado. En su versión ‘Model 3 Gran Autonomía’ homologa 560 km de rango, lo que resulta en un consumo medio de 13 kWh/100 km.
Un Renault ZOE R135 arroja una cifra similar (13,2 kWh/100 km), mientras que un Mercedes EQC 400 de 2,5 toneladas homologa un consumo de corriente en ciclo mixto entre 22,5-25,3 kWh/100 km. Como ocurre en los coches de combustión, el consumo real es mayor que el homologado prácticamente siempre. Además, en los eléctricos el consumo de energía aumenta notablemente cuando hay temperaturas bajas.
Autonomía
Cuando hablamos de coches eléctricos, suele ser bastante habitual la ya famosa expresión ‘ansiedad de la autonomía’. Dicho de otra manera, ese mirar constante al ordenador de a bordo para saber cuánta autonomía queda antes de quedarnos tirados.
La autonomía es de los datos que antes veremos cuando nos interesemos por un coche eléctrico (en eso también tenemos culpa nosotros, los medios, cuando hablamos de un modelo determinado). Sabiendo los dos parámetros anteriores -capacidad de batería y consumo- podremos conocer la autonomía haciendo un sencillo cálculo, pero saberla de un vistazo resulta más práctico.
Vista detallada del sistema eléctrico de un Opel Corsa-e eléctrico. Este modelo homologa 337 km de autonomía.
Actualmente podemos encontrar en el mercado coches eléctricos con autonomías de entre 200 y 600 kilómetros. Por regla general, aunque no tiene por qué, más autonomía requiere una batería mayor, y esto a su vez nos lleva a coches más grandes y caros.
Potencia de carga
¿Cuánto tarda en cargarse un coche eléctrico? Es una pregunta recurrente cuando alguien no familiarizado con ellos, o con los coches en general, me pregunta del tema. La respuesta rápida es: depende de cada modelo. Depende de la capacidad de su batería (cuanto mayor sea, más se tarda en llenarla) y de la potencia máxima que admite el sistema eléctrico.
La potencia de carga nos dará una pista de cuán rápido se puede recargar el coche: a igual capacidad de batería, cuanto mayor sea la potencia de carga, menor será el tiempo necesario para recargarla. Se mide en kilovatios (kW), con los que estamos familiarizados en casa: medimos en vatios la potencia de un radiador eléctrico, de un microondas, de la vitrocerámica o del secador del pelo.
Mercedes-Benz EQC en un puesto de recarga rápida. El SUV alemán admite hasta 110 kW de potencia en corriente continua.
En casa, con corriente alterna, lo normal será tener como máximo 7,4 kW de potencia gracias a un wallbox. Pero, en cargadores públicos, también existe la opción de carga rápida en corriente continua. Una potencia de carga por debajo de 50 kW podemos llamarla carga semi rápida; entre 50 y 150 kW se considera carga rápida; y ultra rápida si hablamos de más de 150 kW.
No obstante, no es recomendable abusar de la carga rápida ya que deteriora más rápido la batería. Lo más recomendable para alargar la vida útil de la batería es usar la recarga rápida solamente cuando sea estrictamente necesario (en viajes por carretera, por ejemplo).
Potencia del vehículo
Aunque tradicionalmente hemos empleado el caballo de vapor (CV) para referirnos a la potencia de un coche, con los eléctricos es más habitual ver la cifra potencia expresada en kilovatios (kW). De hecho, así debería ser siempre, pues el Vatio (W) es la unidad de medida de la potencia en el Sistema Internacional.
La equivalencia entre kW y CV es de 1,36: es decir, 100 kW es lo mismo que decir 136 CV. Cuantos más kW tenga el motor, más potente será el coche. Así de fácil. Una ventaja de los coches eléctricos es que es más fácil conseguir cifras de potencia elevadas con motores relativamente pequeños, y además ofrecen una respuesta inmediata cuando pisamos el acelerador.
Escrito por
Fuente: https://www.hibridosyelectricos.com/
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