Aunque es un tema recurrente, no está de más extender la negación de ciertas mentiras que sobrevuelan al vehículo eléctrico.
Mito 1: No tienen potencia.
Este es uno de los bulos más comunes, aunque los últimos modelos en el mercado se han encargado de diluirlo. La limitación en potencia de muchos modelos se debe a la potencia máxima que pueden entregar las baterías. Si por el motor fuera, los vehículos actuales podrían desarrollar hasta el doble de potencia.
Además, aparte de ofrecer rendimientos mayores, los motores eléctricos, a diferencia de los de combustión, pueden proveer el 100% de su par motor desde el primer momento.
Mito 2: No son seguros.
Uno de los miedos iniciales eran los riesgos de electrocución o incendio. La experiencia de miles de vehículos eléctricos circulando por nuestras calles ha demostrado que era algo infundado.
Mito 3: Son difíciles y caros de mantener.
El primer motor eléctrico data del año 1828, por lo que la tecnología no destaca, precisamente, por novedosa. Además el número de piezas móviles es mucho menor en un vehículo eléctrico que en uno de combustión, lo que significa que las probabilidades de avería se reducen considerablemente.
Mito 4: No hay electricidad suficiente para que haya muchos.
Aquí subyace la confusión/diferencia entre potencia y energía. Evidentemente, si todos quisiéramos cargar nuestro coche eléctrico simultáneamente y en un minuto, el consumo de potencia sería tal que el sistema se colapsaría. Exactamente lo mismo que ocurriría si todos pretendiéramos calentar nuestro horno hasta los 200 ºC en un minuto y al mismo tiempo.
Mito 5: La vida útil de la batería es corta.
¡Error! Con un uso apropiado, una batería de ion litio puede aguantar hasta 3.000 ciclos de carga y descarga sin perder más del 20% de su capacidad. Además, después, esa misma batería podrá reciclarse y tener una segunda vida, utilizándose para un uso diferente.
Mito 6: Qué más da, si la contaminación es la misma, solo que viene de otro lado.
No tiene por qué. Esto depende de dónde provenga la energía eléctrica que consumen. Si esa electricidad se genera con fuentes energéticas limpias como el sol o el viento, la polución será igual a cero.
Mito 7: Te quedarás tirado.
La red de carga de coches eléctricos es cada vez mayor y también la autonomía de las baterías. Por ejemplo, Tesla sostiene que se puede realizar, con el Model S (502 km de autonomía) y su red de carga rápida limpia y gratuita, el trayecto de Nueva York a Los Ángeles (4.500 kilómetros) con un coste de nada más y nada menos que 0€.
Mito 8: Son más caros.
Aunque el precio inicial es mayor, las ayudas lo abaratan. Además, el coste de 100 kilómetros de un vehículo eléctrico es 4 veces inferior que en un diésel.
En resumen, el coche eléctrico es una tecnología que todavía tiene camino que recorrer, pero que ya ha demostrado estar en disposición de convivir sin problemas con sus primos diésel y gasolina.
Álvaro González Villarreal International MBA Candidate at ICEX-CECO ]]>